MARCO TEORICO

El cuerpo, entendido como una organización de proyecciones inconscientes, surgidas de la experiencia intersubjetiva, es significado desde un conjunto de representaciones sociales que definen su naturaleza y su funcionamiento. De esta forma el cuerpo se convierte en el medio que refleja la diferencia social, sobre el que recae la mirada y la evaluación estética, en otras palabras, es la superficie que establece el intercambio social, configurando la identidad y el imaginario del sujeto.

Inicialmente estas representaciones constituyeron la base para clasificar la morfología del cuerpo con relación a tipos temperamentales establecidos. Esta concepción de cuerpo remitía a un ámbito emocional y a unas características de la personalidad conformadas a partir de los somatotipos: endomorfo (viscerotonia), mesomorfo (somatotonia) y ectomorfo (cerebrotonia).

Posteriormente el cuerpo se vio concebido como objeto social cargado de significados genéricos, estableciendo estereotipos tanto masculinos como femeninos, que vendrían a determinar los roles para asumir en la sociedad, encarando y construyendo el personaje; su traducción lúdica remite a los juegos de roles, donde la imaginación y teatralizacion serian la oportunidad para explorar aspectos reprimidos del actor, al mismo tiempo se promueve la empatia y la tolerancia debido a la cooperación entre estos, generando la comprensión sobre aspectos aun no desarrollados de la personalidad. Actualmente, nuevos géneros están emergiendo (transgenerismo) a partir de la integración de los géneros biológicos: travestismo, transexualismo, transformismo. Estos nuevos géneros no están constituidos en términos biológicos sino en términos de representaciones, de ésta forma, la corporalidad remite a una dimensión simbólica que compromete la experiencia del sujeto, conformando su identidad a partir del significado que éste otorgue a su personaje.

El cuerpo contemporáneo necesita abolir el revestimiento corporal, entendido como los límites que definen las fronteras físicas y las zonas de intercambio. Se caracteriza por ser digital, programable, desmaterializado y proyectable. En este cuerpo contemporáneo se reflejan los conceptos de inmortalidad y autoproducción, relacionados a la eterna juventud, al culto al cuerpo y a los nuevos métodos de modificación corporal como tratamientos estéticos y cirugías plásticas. Los avances científicos entorno al uso de células madres para la reconstrucción de tejidos remiten al concepto de eterna juventud e inmortalidad, la virtualidad se presenta como una oportunidad para perfeccionar la carne “impura” y los adolescentes cada vez más conforman comunidades virtuales remitiendo al concepto de ubicuidad, clonación y cuerpos remixados.

Teniendo en cuenta la importancia del cuerpo en la clasificación social, los adolescentes se enfrentan a la presión normativa de ideales de género, adoptando comportamientos que contribuyen a la uniformidad del modelo establecido, ocasionando problemas de autoestima, desordenes alimenticios, depresión, entre otros. Por otro lado, las personas cuyas representaciones de cuerpo no corresponden a los esteriotipos de masculinidad y feminidad, son discriminados y maltratados por la sociedad.